Miriam Ruiz Salmerón da voz a las víctimas de la violencia vicaria en el ICAV en el marco del 25N
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El Turno de Oficio del ICAV atiende a un total de 4.188 víctimas de violencia de género durante 2024.
El Turno de Oficio del Ilustre Colegio de Abogados de Valencia (ICAV) ha registrado hasta el 22 de noviembre de 2024 un total de 6.331 asistencias a víctimas de violencia de género, asistiendo finalmente a un total de 4.188 mujeres. Desciende el registro de asistencias totales, sin embargo aumentan las mujeres asistidas finalmente, respecto del 2023.
Visibilización de los Hijos e Hijas como Víctimas Directas de la Violencia de Género
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el ICAV a través de su Sección de Violencia de Género y Doméstica, ha organizado una jornada bajo el lema: “Los hijos e hijas de las víctimas de violencia de género, víctimas directas de la misma. Los grandes olvidados y supervivientes de la Violencia Vicaria”.
El propósito de este año ha sido poner en el centro los testimonios de menores que han sufrido los efectos de la violencia de género con el objetivo de destacar una realidad que con frecuencia permanece en la sombra. Para ello, se ha contado con la presencia de Miriam Ruiz Salmerón, superviviente de la violencia vicaria e hija de María Salmerón, víctima de violencia de género quien fue tres veces condenada a prisión por incumplir el régimen de visitas con su padre por querer proteger a su hija.
Testimonios y reconocimiento a la justicia con perspectiva de género
La jornada ha sido inaugurada por Raquel Marco, secretaria de la Junta de Gobierno del ICAV, quien ha destacado la labor ejemplar de Isabel Giménez, ganadora del premio "Justicia Feminista". La jueza ha sido reconocida por sus sentencias con perspectiva de género, las cuales han marcado un hito al mejorar la calidad de vida de mujeres, niños y niñas en situación de maltrato. Giménez ha implementado la práctica de explicar sus decisiones judiciales a los menores, adaptando el lenguaje a su edad para que comprendan cómo estas afectan su realidad en casos de divorcio contencioso o regímenes de visitas.
La Secretaria de la Junta de Gobierno del ICAV, también ha hecho énfasis en desmentir el falso Síndrome de Alienación Parental (SAP), destacando cómo Isabel Giménez ha utilizado las herramientas jurídicas existentes para dictar sentencias que protejan los derechos y el bienestar de los menores y sus madres.
La voz de las víctimas
El momento clave de la jornada ha sido la intervención de Miriam Ruiz Salmerón, superviviente de la violencia vicaria, quien ha compartido su historia con el objetivo de visibilizar el sufrimiento de los hijos e hijas como víctimas directas de esta forma de violencia.
Su testimonio ha impactado profundamente a los asistentes, subrayando la necesidad de continuar luchando para proteger a los menores en estas situaciones. En palabras de la sevillana “es fundamental que también se nos coloque en el foco, ya que, a lo largo de nuestra vida, nos hemos sentido invisibles ante los ojos de un sistema que, aún hoy, sigue concediendo regímenes de visitas e incluso la custodia de sus hijos a maltratadores condenados”. Para ella, es necesario hacer una reflexión sobre la enorme responsabilidad que recae en los operadores de justicia en relación con la violencia vicaria. Afirmando que “cada paso hacia una formación con perspectiva de género e infancia nos acerca más al fin de este terrorismo machista”.
Por su parte, Lourdes Vargas, presidenta de la Sección de Violencia de Género y Doméstica del ICAV, ha destacado la importancia de seguir trabajando en la sensibilización y formación jurídica para abordar la violencia machista desde una perspectiva integral, que tenga en cuenta tanto a las mujeres como a los niños y niñas involucrados.
Un homenaje a las víctimas
Para cerrar la jornada, se ha leído el Manifiesto del 25N del Consejo General de la Abogacía Española, un doloroso recordatorio de las mujeres y menores que han perdido la vida debido a la violencia de género. Este acto simbólico ha servido para alzar la voz en su nombre y renovar el compromiso de la sociedad con la erradicación de esta lacra.
La jornada ha dejado un mensaje claro: los hijos e hijas de las víctimas de violencia de género no son espectadores, sino víctimas directas que merecen ser escuchadas, protegidas y priorizadas en todas las decisiones judiciales y sociales.