COMUNICAV | Tercera etapa Nº8 segundo cuatrimestre 2018

COMUN ICAV 38_39 VALÈNCIA Junto a otra de las puertas de la Catedral, la de los Hierros, se asienta el simbólico campanario, el Miguelete . Fue construido en los siglos XIV-XV, obra de Andrés Juliá. Consta de una torre de plan- ta octogonal con cerca de 51 metros de altura, de marcado carácter gótico. En su interior podemos acceder a través de una escalera de caracol hasta la terraza, desde donde obtenemos una espléndi- da vista de la ciudad, la huerta y el mar. Cabe destacar también que es en la Catedral de València donde se conserva, en la Capilla que lleva su nombre, el Santo Cáliz que, según la tradición, empleó Jesucristo en la última cena. La “Obra Nova” o “Balconets de Cabildo” viene constitui- da por un conjunto de tres plantas, adosado a la cúpula de la Catedral, siendo su principal función la de dominar visualmente la Plaza de la Virgen. Obra renacentista de triple arcada serliana. LA ‘CAPILLA SIXTINA’ VALENCIANA Para los amantes de la pintura es de visita obligada la iglesia de San Nicolás de Bari y San Pedro Mártir . En su última restauración salió a la luz una muestra pictórica que los expertos han denominado como la ‘Capilla Sixtina’ valenciana. Es una de las primeras doce parroquias cristianas de la ciudad de València tras la reconquista de Jaume I en 1238. Reformada a iniciativa de la familia Borja en estilo gótico entre 1419 y 1455 contrayéndose la bóveda gótica de crucería en la nave central, se recubrió el interior entre 1690 y 1693 con decoración barroca y pinturas al fresco de escenas de la vida de San Nicolás de Bari y de San Pedro Mártir, diseñadas por Antonio Palomino y pintadas por Dionís Vidal. No en vano su restauración ha sido calificada como la intervención arquitectónica y pictórico-ornamental más importante a nivel internacional por la magnitud de la obra y las técnicas empleadas. Y paseando, paseando, llegamos a uno de los atractivos turísticos de València por su particu- lar construcción. Se trata de la Plaza Redonda , obra de Salvador Escrig Melchor en el año 1840 y rehabilitada en 2012, que se ha convertido en uno de los rincones con más encanto de la ciudad. Rodeada de comercios tradicionales de artesanía y bares de tapas en la planta baja, completan la oferta pequeños puestos que ofrecen típicos bor- dados, telas o recuerdos de València, entre otros productos. A la plaza se accede a pie por cuatro calles que convergen en un espacio lleno de luz y desde el que, colocándose en la fuente que se en- cuentra en el centro, se puede observar una dife- rente perspectiva del campanario de estilo barro- co rococó de Santa Catalina , que se levanta sobre las tres plantas del edificio circular. Seguimos pa- seando, aún nos queda mucho por recorrer…

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