COMUNICAV | Tercera etapa Nº28 primer cuatrimestre 2025

COMUNICAV 34_35 LA SOLIDARIDAD DE LA ABOGACÍA ANTES Y AHORA Los letrados y letradas han desempeñado un papel crucial en la asistencia a la ciudadanía frente a los devastadores efectos de la DANA. De manera similar, tras la gran riada de 1957, los profesionales del derecho también se erigieron como un pilar fundamental y contribuyeron de forma decisiva con la recuperación de la normalidad en Valencia. La respuesta del ICAV ante las devastadoras riadas de 1957 y 2024 muestra notables similitudes, a pesar de los casi 70 años que separan ambos eventos. En 1957, según consta en el archivo histórico del Colegio, la Junta de Gobierno tomó medidas decisivas para gestionar la crisis: Se contactó con el Ministro de Justicia para solicitar la suspensión de plazos judiciales, así como declarar inhábiles los días correspondientes al periodo de emergencia. Además, el Colegio ofreció asistencia desinteresada a las autoridades en tareas administrativas y de asesoramiento. A pesar de la similitud de las medidas adoptadas por el ICAV en 1957 y 2024, cabe recordar que el contexto social en el que se implementaron era radicalmente distinto. Así lo señala Vicente Attard, sobrino de Emilio Attard, quien fue secretario de la Junta de Gobierno del ICAV en el año de la gran riada. “Entonces las necesidades no estaban legisladas”, apunta Attard, y añade que era más frecuente la autogestión y, por tanto, la asistencia no iba tan enfocada en los seguros, a diferencia de las necesidades que, actualmente, pudieran surgir en relación con la DANA. Las catástrofes de 1957 y 2024 han dejado profundas heridas, pero en ambas ha brillado la solidaridad de la sociedad. En la gran riada, el Consejo General de los Ilustres Colegios de Abogados de España donó 25.000 pesetas para los damnificados, y numerosos colegios expresaron sus condolencias. Tras la DANA, hemos visto iniciativas como la asistencia jurídica gratuita, la recaudación de fondos a través de la Fundación D. Eduardo Calabuig-ICAV y el apoyo de expertos en emergencias, como el Colegio de Abogados de La Palma tras la erupción volcánica. Estos eventos han transformado la sociedad valenciana, pero una certeza permanece: en los momentos más difíciles, siempre podemos contar con la ayuda de los demás. servido para evitar daños en la ciudad de Valencia, eso sí. Pero desgraciadamente no para los otros municipios”. Riada del 57. Maquinaria limpiando la calle Pintor Sorolla, luego de la gran riada de 1957.

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