ZOOM COMUNICAV 06_07 Por Eva Altaver. Fotografías de Agustín Rovatti ESTHER ROJO Vocal del Consejo General del Poder Judicial § RESTAURACIÓN INSTITUCIONAL DEL CONSEJO: MODIFICACIÓN DEL SISTEMA DE ELECCIÓN DE LOS VOCALES DE PROCEDENCIA JUDICIAL, COMO EJEMPLO. § INDEPENDENCIA JUDICIAL: DEFENSA A ULTRANZA DE LA LA LABOR QUE DIARIAMENTE REALIZAN TODOS LOS JUECES Y MAGISTRADOS DE ESTE PAÍS. § IGUALDAD DE GÉNERO EN LA JUDICATURA: DESDE LA COMISIÓN DE CALIFICACIÓN Y DESDE EL PLENO TRABAJAMOS PARA LOGRAR UN EQUILIBRIO REAL EN LOS NOMBRAMIENTOS DISCRECIONALES. Nos desplazamos a Madrid para hacerle la entrevista a Esther Rojo en el que, desde hace muy poco tiempo, es su lugar de trabajo. La nueva Vocal del Consejo General del Poder Judicial nos recibe muy amablemente, pero con el tiempo medido. Su actividad es frenética. Consciente de que ahora forma parte de una de las instituciones que concentra más atención en estos momentos, después de cinco años y medio de bloqueo, nos desvela en qué momento se encuentra el órgano de gobierno de los jueces y cuál es su papel en su funcionamiento. ¿Cómo ha sido su experiencia hasta el momento en este nuevo consejo? Bueno, intento llevarlo lo mejor posible. Sabíamos que, al ser un nuevo consejo, seríamos vocales con dedicación exclusiva y que habría una mayor presencia en Madrid. Los cambios cuestan y hay que adaptarse. Eso es en lo que estoy ahora, en este proceso de transición, adaptándome. ¿Cómo se siente al formar parte de un Consejo General del Poder Judicial tan esperado y que, por primera vez en su historia, está presidido por una mujer? Me siento muy satisfecha de formar parte del consejo, que por primera vez ha elegido libremente a su presidenta. Como jurista y como mujer, me siento afortunada por haber participado en la elección de la primera mujer presidenta del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo. Es un momento histórico. En las promociones más recientes de la carrera judicial, el número de mujeres ha superado al de hombres, pero, en los cargos más altos, todavía predomina la presencia masculina. Desde la comisión de calificación y desde el pleno, estamos trabajando para lograr un equilibrio real en los nombramientos discrecionales: nombramientos de cargos como presidentes de salas del Tribunal Supremo, presidentes de la Audiencia Nacional y presidentes de tribunales superiores de justicia, entre otros. Hasta ahora, solo dos presidencias de tribunales superiores de justicia están ocupadas por mujeres, y de las audiencias provinciales, apenas siete están lideradas por mujeres. Desde la comisión de calificación, estamos analizando cómo lograr la igualdad en los nuevos nombramientos. Siempre he creído en la importancia de la igualdad de género. No concibo otro escenario. Además, la ley nos obliga a una presencia equilibrada de hombres y mujeres en los distintos ámbitos.
RkJQdWJsaXNoZXIy NTQ2OTk=