ICAV histórico MEMORIA DEL ICAV DESDE QUE EN 1759 JOSÉ BERNÍ I CATALÀ FUNDARA EL ILUSTRE COLEGIO DE ABOGADOS DE VALENCIA, LA INSTITUCIÓN HA ACOGIDO A DESTACADOS LETRADOS Y LETRADAS Y HA SIDO TESTIGO DE SU EJEMPLAR TRAYECTORIA PROFESIONAL. EN ESTA SECCIÓN, ELLOS TAMBIÉN SON LOS PROTAGONISTAS. RESCATAMOS PARTE DE SU HISTORIA EN EL COLEGIO. La memoria de una institución, el conjunto de recuerdos, experiencias y conocimientos que se transmiten de generación en generación entre sus miembros es uno de sus mayores legados. Sus experiencias, conocimientos y recuerdos nos permiten conocer mejor nuestro pasado, apreciar la importancia de la labor de estos abogados y abogadas en la comunidad, aprender del pasado y mantener su identidad para construir un futuro mejor. En estas líneas dejamos espacio a aquellos testimonios de los que han formado y siempre formarán parte de la historia del ICAV. FRANCISCO REAL CUENCA Francisco Real Cuenca, exdecano del Ilustre Colegio de Abogados de Valencia (ICAV) y uno de los referentes más longevos de la abogacía valenciana, repasa su extensa trayectoria de más de medio siglo. Desde sus humildes inicios como abogado hasta su mandato como decano, Real ha sido tanto testigo como protagonista de profundas transformaciones en la profesión. Su legado y enseñanzas son una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de abogados. Su historia con el derecho comienza hace más de cincuenta años en un contexto en el que la elección de carrera se presentaba de manera muy distinta a la de hoy en día. Una vez tomada la opción de estudiar Letras, las opciones académicas quedaban reducidas prácticamente a dos: Derecho o Filosofía y Letras. “Era un camino muy limitado en comparación con las múltiples alternativas actuales”, aclara el exdecano. Sin embargo, siempre le había atraído la figura del abogado, su desarrollo profesional, su actividad cotidiana y, especialmente, la idea de los servicios que los abogados ofrecían a los demás. Todo aquello le parecía interesante y cautivador, y así comenzó a tomar forma en él la vocación por el Derecho. Francisco Real inició su carrera en la abogacía en 1965, en un contexto social y económico muy distinto al actual. Proveniente de una familia humilde y sin antecedentes en el mundo del Derecho, sus primeros años no fueron fáciles y así lo recuerda: “Fue una época difícil, complicada, sin percibir prácticamente compensación económica alguna, pero empecé a relacionarme con compañeros. Inicié mis primeras actuaciones ante los tribunales de justicia, prácticamente temblando, pero comencé a comprender la importancia de los servicios que presta la abogacía. Fui muy constante en el trabajo y muy poco a poco, comencé a tener algún cliente”. Así desempeñó su labor en el Turno de Oficio y el deseo de ayudar a los demás marcaron el inicio de una exitosa trayectoria en la abogacía.
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