COMUNICAV 36_37 Por Eva Altaver y Daniela Rovatti. Fotos: Agustín Rovatti DENTRO Y FUERA DEL CAMPO Dicen que, en un gol, interviene un porcentaje de suerte. Pero también todos sabemos que detrás de ese pequeño porcentaje de suerte hay infinitas horas de trabajo. O, como decía la canción de Joan Manuel Serrat: “No esperes golpes de suerte, vivirás a su merced”. Y todos lo sabemos y lo vemos, pero hay que decirlo. Con su combinación de velocidad, habilidad técnica y visión de juego, y su dedicación al trabajo, Alba se ha ganado el respeto y la admiración de jugadores, entrenadores y aficionados por igual. Su capacidad para llevar el balón y crear oportunidades de gol es indiscutible. Pero no es solo su destreza en el campo lo que hace de Alba una jugadora especial. Su pasión por el juego y su dedicación constante la distinguen. Y, sobre todo su humildad, porque, a pesar de los 28 goles en 30 partidos que la llevaron a jugar el Mundial, ella aún no se lo cree: “La verdad es que a mí, si me llegas a decir que iba a pasar todo lo que pasó, te diría que estás loca. Porque yo, es verdad que me imagino cosas, pero me gusta más vivir el día a día”. Y nunca deja de mencionar que este es un deporte en equipo, que los méritos no son individuales y que, incluso los deportes individuales, tienen un equipo detrás.Y, por supuesto, sin olvidar a toda la gente que apoya desde fuera: la familia, por supuesto, y los profesionales como la psicóloga y la preparadora física. FLIPANDO Así nos explica que visualizar —y ya avizoramos que otro aspecto fundamental de su trabajo es el trabajo mental— es un manera de prepararse, pero de ahí a quedar pichichi de la liga, que su equipo clasifique para la Champion, no solo jugar y ganar el mundial, sino contribuir con goles y, como si fuera poco, estar en la gala del Balón de Oro… Solo se puede resumir con una palabra: flipando. Y, nos dice, todavía le dura la piel de gallina. Aunque parezca que los éxitos, y en este caso, una sucesión increíble de éxitos, solo hay que disfrutarlos —y esto es cierto—, también tienen sus entresijos y, por eso, llegamos a uno de los temas fundamentales. “La verdad es que a mí, si me llegas a decir que iba a pasar todo lo que pasó, te diría que estás loca. Porque yo, es verdad que me imagino cosas, pero me gusta más vivir el día a día”.
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