INFANCIA DESPROTEGIDA Y DEFICIENCIAS DEL SISTEMA DE TUTELA El porqué de este documental no es otro que poner el foco en “el eslabón más débil de nuestra sociedad, que es la infancia desprotegida”, tal y como expresa Serrano. Si bien el Estado prevé dos recursos para los menores en riesgo de exclusión: el acogimiento residencial (como centros de menores o instituciones) y el acogimiento familiar, algo falla. En primer lugar, “no se respeta el interés superior del menor en este tipo de procesos de tutela”, según explica el director. Y, en segundo lugar, agrega: “La sociedad en general ha asimilado que los problemas de su vecino son ajenos a ellos, o meramente administrativos. Pero los problemas son, sobre todo, de ámbito social y humano. Si hay una institucionalización de la sociedad, no hay una humanización de los problemas”. En este sentido, Serrano pone sobre la mesa que “el hecho de que el conjunto de la sociedad desconozca la situación de los menores tutelados, o que ignore el funcionamiento de los centros y el sistema de tutela, dificulta en gran medida la integración social de los menores. Sobre todo cuando cumplen la mayoría de edad y se ven desprovistos de apoyo y protección, y deben enfrentar una transición abrupta hacia la independencia. REPENSAR EL FUTURO DE LOS MENORES TUTELADOS El mensaje de Raúl Serrano subraya la necesidad urgente de realizar reformas profundas en el sistema y destaca la importancia de abordar los problemas desde una perspectiva social y humana, más allá de lo meramente administrativo. “Es imperativo que se promueva una mayor humanización en el enfoque hacia la protección de la infancia, en aras de garantizar un futuro más digno y prometedor para todos los menores tutelados. Porque los niños y niñas, antes de tener derechos, tienen necesidades que deben ser cubiertas”, afirma. Además, el director destaca la importancia de recuperar “los tejidos sociales que caracterizaban a nuestra sociedad hace 25-30 años, los cuales se han ido destruyendo por el creciente individualismo y la institucionalización de los problemas”. A esto, añade que “crecer rodeado de personas que te hacen sentir importante, valioso para ellos, incluso querible, es indispensable para la integración social del menor y su correcto desarrollo personal”. Nos encontramos ante un modelo de acogimiento cuestionable, con limitaciones para el desarrollo de los menores y, por lo tanto, es necesario llevar a cabo una revisión profunda de las políticas y prácticas en materia de protección y tutela. Asimismo, la sociedad debe reconocer su responsabilidad colectiva en la garantía de un entorno seguro y afectuoso para todos los niños, niñas y adolescentes. Así crecen los enanos COMUNICAV 28_29
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