COMUNICAV 14_15 TRIBUNA LA SOCIEDAD DE LA IA Los hombres son algunas veces dueños de sus destinos. Julio César, William Shakespeare, 2006 artificial en el mundo, en forma de reglamento europeo basado en un enfoque de riesgos y de aplicación directa en todos los Estados Miembros. En la Unión Europea se lleva trabajando y construyendo esta Ley de Inteligencia Artificial o Reglamento de la IA, desde al menos el año 2020. En la futura Ley de Inteligencia Artificial se define la IA, como un sistema complejo o un “software que se desarrolla empleando una o varias de las técnicas y estrategias que figuran en el anexo I [estrategias de aprendizaje, lógica, programación inductiva, estadísticas, entre otras] y que puede, para un conjunto determinado de objetivos definidos por seres humanos, generar información de salida como contenidos, predicciones, recomendaciones o decisiones que influyan en los entornos con los que interactúa”. Es decir, que, tratándose de un software, se pretende distinguir del resto de software, presentando características distintas. ¿A QUIÉN SE APLICA LA LEY DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL? A los proveedores de IA que introduzcan en el mercado o pongan en servicio sistemas de IA en la Unión Europea, con independencia de su localización o domicilio; es decir, cualquier proveedor de EEUU, por poner un ejemplo, que introduzca un servicio de IA en la Unión Europea. En este punto, cabe recordar lo que pasó en el 2023 con la compañía norteamericana OpenAi y algunas autoridades de Protección de Datos europeas, como la italiana, que requirieron al proveedor para que cumpliera el RGPD. También existirán obligaciones para los usuarios de sistemas de IA que se encuentren en la Unión Europea y para aquellos proveedores y usuarios de sistemas de IA que se encuentren en un tercer país, cuando la información de salida (output) generada por el sistema se utilice en la Unión Europea. Llevbamos tanto tiempo adentrndonos en el concepto de Inteligencia artificial e imaginando lo que sería que, en noviembre de 2022, la llegada de ChatGPT (un tipo de IA generativa de bajo riesgo…), irrumpi en nuestra sociedad y aceler la forma de hacer las cosas y la percepci n que el ciudadano de a pie tenía sobre esta tecnología. La Inteligencia Artificial (IA) presenta múltiples beneficios a la sociedad en casi todos los ámbitos y sectores, de tipo económico y social, pero, al mismo tiempo, se ha de reconocer que también puede dar lugar a nuevos riesgos o consecuencias negativas para personas concretas o para la sociedad en su conjunto. El término inteligencia artificial o IA se ha venido asociando con máquinas o sistemas de información que, en el desarrollo de sus funciones, son capaces de aprender de sus propias experiencias y resolver problemas, más o menos complejos, en diferentes situaciones, de modo que pareciera que “piensan” o muestran cierta inteligencia. El concepto de sistemas de IA comprendería un amplio grupo de tecnologías distintas, incluidos la simple estadística, el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo. Mientras los Estados Unidos y China luchan por dominar tecnológicamente la IA, Europa ha hecho una de las cosas que mejor sabe hacer, que es regular, en este caso, algo tan complejo y controvertido como el uso social de la inteligencia artificial. Qué duda cabe que la normativa europea acabará siendo imitada por otros ordenamientos jurídicos como ya ha pasado, por ejemplo, con el Reglamento General de Protección de Datos y otras regulaciones que se han convertido en estándar mundial. El pasado 9 de diciembre de 2023, el Parlamento y el Consejo europeo lograron un acuerdo provisional que alumbra la primera regulación integral sobre inteligencia
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