REPORTAJE Por Anaïs Sánchez. Fotografías de Fundación Asindown ACOMPAÑAMIENTO VITAL El acompañamiento desde la entidad comienza con los programas de Atención Temprana, cuyo objetivo es dar respuesta rápida a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños y niñas con trastorno en su desarrollo o riesgo de padecerlo. Se pretende prevenir futuras alteraciones, facilitar su bienestar así como el de su familia, y potenciar su inclusión en su entorno familiar, educativo y social. En esta etapa resulta clave el trabajo conjunto con la familia, principal apoyo y medio de estimulación del bebé o la bebé, además de su principal vínculo con el mundo que le rodea. Posteriormente, las personas usuarias de la fundación pasan a formar parte de los diferentes proyectos de educación, formación para adultos e inserción laboral para, finalmente, incorporarse al área de Envejecimiento Activo. Las personas adultas con síndrome de Down sufren un envejecimiento prematuro y acelerado. En torno a los 40 años, tienen un elevado riesgo de padecer Alzheimer o pérdidas de capacidades cognitivas propias de la vejez. Por este motivo, Asindown responde de forma directa a las necesidades de cada una de las personas en este periodo de su vida. Además, generalmente, el envejecimiento de las personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual pasa desapercibido para la sociedad en su conjunto, lo que resulta ser un motivo de más para que la fundación desarrolle programas de prevención y detección temprana del deterioro cognitivo y programas de mantenimiento y estimulación cognitiva, con el objetivo primordial de promover un envejecimiento activo y saludable. FORMACIÓN Y EMPLEO COMO MOTORES DE LA INCLUSIÓN SOCIOLABORAL Las áreas de educación, formación y empleo de Asindown comprenden el grueso de sus proyectos. La razón es dar respuesta a una necesidad no cubierta desde el ámbito educativo, formativo y laboral ordinario. Según apunta Samuel Romero, director de proyectos y relaciones institucionales de Asindown: “Actualmente no existe ningún tipo de formación para adultos reglada y con continuidad para personas con discapacidad intelectual. Una vez finalizan la educación secundaria, la oferta educativa se limita a cursos con un bajo enfoque laboral ya que la Formación Profesional no permite la adaptación que muchos y muchas de nuestras usuarias precisan”. De esta manera, Asindown imparte formaciones específicas con certificaciones profesionales, que facilitan la inserción laboral. La fundación emplea una metodología pionera, el “empleo con apoyo”, que consiste en la incorporación laboral de la persona de la mano de un mediador profesional. Tras haber realizado un estudio del puesto de trabajo, el mediador conoce tanto las necesidades específicas de las personas usuarias de Asindown como las de la empresa. El mediador acompaña a la persona con discapacidad en todo momento mientras desempeña su trabajo, a la vez que instruye a la empresa sobre todo lo que necesitan saber para tratar con estas personas y adaptar su puesto. Habla con su entorno, establece vínculos con los profesionales que serán su apoyo y juntos buscan adaptar sus cometidos laborales. La realidad es que, en la mayoría de ocasiones, es el desconocimiento por parte de las empresas lo que limita la inserción laboral de este colectivo, de modo que la figura del mediador nunca se retira por completo. La clave y el objetivo fundamental de acciones como esta es romper con la percepción generalizada de que una persona con síndrome de Down o discapacidad intelectual no posee las capacidades suficientes para desarrollar un trabajo en un entorno laboral ordinario. Evidentemente, debe existir una adaptación a sus tiempos de aprendizaje y funciones, pero las capacidades que poseen estas personas superan las expectativas de todos aquellos que les acompañan.
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