COMUNICAV 08_09 Desde luego el objetivo, en resumen, no es más ni puede ser menos que cumplir con lo prometido. Fijándonos en concreto en la cuestión de la rebaja de las cuotas colegiales ¿cómo se puede llevar a cabo? La cuota colegial es una obligación económica “transversal” que afecta a todos y cada uno de los abogados, ejercientes o no. Aunque los servicios del Colegio son casi infinitos, la cuota sigue siendo alta y eso complica la situación económica de los colegiados, mucho más ahora que la actividad procesal ha quedado ya afectada por la huelga indefinida que, sin duda alguna, nos repercute de forma directa. Un adecuado control de gastos puede permitir el reducir las cuotas, prestando incluso más servicios sin comprometer, en ningún caso, la economía de la institución, teniendo como único objetivo la economía de los compañeros. Resulta indiferente el tipo de despacho que se tenga o la especialización, todos pagamos cuota. Por tanto, tengo absolutamente claro que es un particular de obligada y prioritaria solución. La protección al compañero es otra de las máximas de su mandato. Debemos resolver la definitiva protección del compañero, una protección que, también por obligación, no puede quedarse en ese amparo colegial sin dimensión. Debemos ejercer y desarrollar una verdadera defensa de la defensa. Es una obligación para el colegio proteger a aquel que protege, frente a esas continuas y perpetuas faltas de respeto hacia nuestro ejercicio profesional diario. No solo desde esas genéricas comisiones de relaciones con la Administración de Justicia sino desde la creación y desarrollo de una comisión que tenga relación con el resto de las administraciones buscando que la Junta de Gobierno y el decano esté al lado de “Debemos recuperar el respeto profesional hacia la abogacía por parte de las distintas administraciones públicas.” JOSÉ SORIANO POVES Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Valencia
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