COMUNICAV 36_37 EL CASTILLO En lo alto del Pico de los Hidalgos y, actualmente, convertido en parador nacional, se yergue uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Castilla-La Mancha. A lo largo de los años, la fortaleza ha sido objeto de varias modificaciones y ampliaciones, entre las que sobresale la Torre del Homenaje, de estilo renacentista. Entre sus señores más notables, se encuentra el Infante Don Juan Manuel, quien le haría también algunas reformas y que allí habría escrito gran parte de El conde Lucanor. RECORRIDO POR EL PUEBLO La mejor forma de descubrir el pueblo es a pie y perderse por el encanto de sus estrechas calles empedradas y sus edificaciones con tres filas de tejas y, algunas de ellas, con la fachada adornada por escudos de armas. En la amplia Plaza del Infante don Juan Manuel, el corazón de la vida del pueblo, nos encontraremos con un clásico edificio renacentista del s. XVI, que actualmente aloja el Ayuntamiento. De dos plantas, en la planta baja destacan los arcos carpaneles; en la primera planta podemos observar cinco ventanas, dos escudos y, en el tejado, tres pequeñas gárgolas. También en esta plaza, se encuentra la iglesia de San Juan Bautista, actualmente desacralizada. La iglesia fue construida sobre la base de una iglesia románica, de la que solo queda la torre, y es otra de las joyas imprescindibles. Vale la pena visitar su interior y deleitarse con las pinturas murales de Jesús Mateo. Sus murales en la iglesia de San Juan Bautista son una expresión artística única, una muestra de su talento artístico y su habilidad para combinar elementos antiguos y modernos para crear algo verdaderamente único e inspirador. La Iglesia de Santa María, la única abierta al culto, es una visita obligada para todos aquellos que se interesen por la arquitectura religiosa y el arte de la región. Declarada bien de interés cultural y construida en el siglo XVI, ya en el exterior, el visitante podrá admirar la portada sur obra de Etienne Jamet de Orleans. Ya en el interior, además de admirar la bóveda gótica y sus tres naves, conviene detenerse en el retablo del altar mayor, único en la región, Vista de la Torre del Homenaje / © Oficina de turismo de Alarcón Iglesia de San Juan Bautista / © Juan Pérez Pinilla que conjuga el estilo plateresco y del Renacimiento italiano, la pila bautismal y el sagrario. El recorrido de los edificios históricos, puede terminar con la Iglesia de la Santa Trinidad, también ya desacralizado con su portada de estilo plateresco que bien vale el desplazamiento y la Iglesia de Santo Domingo de Silos, prerrománica, pero ya en transición al gótico, actualmente destinada a auditorio y sala de exposiciones. Fotografías de Juan Pérez Pinilla
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