Valenciano por adopción, Sebastián Roa nació en la ciudad de Teruel en 1968 y, como él mismo se presenta en su blog, “durante la guerra de Vietnam, con la primavera de Praga y el mayo francés”. Se licenció en Derecho y Ciencias Policiales por la UNED y por la Universidad de Salamanca. Combina su labor profesional con su vocación de escritor. Ha publicado las novelas Casus Belli; El caballero del alba; Venganza de sangre, que ha resultado ganadora del certamen de novela histórica Comarca del Cinca Medio en 2009; la trilogía Almohade, integrada por La loba de al-Ándalus, El ejército de Dios y Las cadenas del destino, galardonada con el Premio Cerros de Úbeda del Certamen Internacional de Novela Histórica a la mejor novela publicada; Enemigos de Esparta; Némesis y Sin Alma. Entre sus premios, también se cuentan el premio Hislibris al mejor autor español de novela histórica, recibido en 2010 y el premio del IX certamen nacional de relato histórico Álvaro de Luna de 2011. Quedamos con Sebastián en pleno corazón de Ruzafa, justo al lado del mercado. Doña Petrona nos recibe como mejor sabe hacerlo, con comida excelente y ambiente tranquilo frente a la iglesia de San Valero. Al llegar, Roa ya estaba allí y todo lo que uno se puede haber imaginado sobre su persona se diluye tras una tímida sonrisa. El gran escritor, descrito por el ganador del Premio Planeta, Santiago Posteguillo, como “el mejor escritor de novela histórica del siglo XXI” es la modestia personificada. Humilde hasta la médula. Es de aquellos —los sabremos en unos momentos— que, al recibir elogios, cambia de tema. Sin embargo, lo sabemos de inmediato, a través de su mirada afable y tranquila, percibimos su convicción, la solidez de sus ideas, que no imponen, pero proponen. Comenzamos la charla como si Sebastián tuviera todo el tiempo del mundo, como si al día siguiente de este encuentro no tuviera que presentar su última novela, Sin alma, en L’IBER, el museo de los soldaditos de plomo. “Lo que importa es lo que les ocurre a los personajes que pueblan una novela, porque una novela tiene que hablar de la condición humana.” Investigador de profesión, novelista por vocación SEBASTIÁN ROA
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