EDITORIAL COMUNICAV 18_19 Aquellas palabras londinenses resumen sumanera de vivir: dar gracias por todo lo que recibimos y pedir perdón por nuestras faltas y carencias. Nos queda el legado indeleble de sus hijos: Julia y Antonio son magníficos abogados. En nuestra memoria perdurará su porte elegante y su característico acento de Mula. Pero, sobre todo, recordaremos a un hombre bueno, que jamás hablaba mal de nadie y que trataba a los demás como quería que le tratasen a él. Descansa en paz Eladio, maestro de todos, mi maestro, mi amigo. José Luis Espinosa Calabuig GRACIAS Y PERDÓN El pasado diez de septiembre fallecía a los 84 años Eladio Valcárcel Arnao, todo un referente de la abogacía valenciana y un prestigioso especialista del derecho de seguros. Tuve el privilegio de ser su pasante. Cada tarde, a las ocho, le acompañaba en un breve paseo y comprobaba como saludaba a medio vecindario. En esos paseos forjamos una amistad eterna, en los que yo aprendí sobre todo enseñanzas humanas. A Eladio le consultaban dudas innumerables compañeros y a todos los atendía con generosidad y paciencia, al tiempo que les recomendaba estudio. No en vano, su labor en la Escuela de Práctica Jurídica dejó una huella imborrable: Sin humanidad no cabe ejercer nuestra profesión. Fue académico de número de la Real Academia Valenciana de Jurisprudencia y legislación. Publicó varios libros sobre derecho de circulación y derecho de sucesiones, siempre con un enfoque práctico. Pasó también Eladio por la Junta de Gobierno del ICAV, comodiputadotercero, en1995.Añosdespués asistí a una junta de gobierno. Varios miembros, cuando intervenían, se limitaban a decir gracias y perdón, fórmula que recordaba las palabras pronunciadas por Eladioenun congresodeLondres, en el que tuvo pedida la palabra largo tiempo. Cuando por fin le tocóhablar, comprendió conhumildadque ya había quedado debatido el asunto.
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