COMUNICAV | Tercera etapa Nº20 segundo cuatrimestre 2022

COMUNICAV 40_41 TRIBUNA MARELISA BLANCO ABOGADA ESPECIALIZADA EN PROPIEDAD INTELECTUAL Y DIBUJANTE ¿EL ABOGADO ROBOT? Las inteligencias artificiales, no son una tecnología nueva, ya que aparecieron a mitad del siglo XX; desde la década del 2010, se recuperó el interés por esta tecnología gracias al desarrollo de las redes neuronales. Así, hoy en día tenemos unos algoritmos lo suficientemente desarrollados para actuar de manera independiente, o al menos de una manera lo suficientemente autónoma. Lo interesante de las inteligencias artificiales es la velocidad con la que ejecutan sus acciones, ya que superan con creces la velocidad humana. Las inteligencias artificiales en el campo del derecho podrían conllevar una reestructuración profunda del ejercicio de la abogacía y de la actividad de los juzgados, bien desde el punto de la automatización, bien desde el punto de vista de la innovación. Veámoslo desde el punto de vista de la automatización: La automatización implicaría quitarnos de encima trabajos que no nos aportan verdadero valor, trabajos repetitivos y casi mecánicos, esas tareas que no hace falta que pienses sino que simplemente las haces. Como las tareas de reflexión profunda que necesita nuestra profesión, de estudio para poder resolver mejor los casos que tenemos sobre la mesa, incluso nos daría tiempo para ser creativos y dar respuestas novedosas en derecho a problemas que van surgiendo con el avance de la tecnología. Nos daría tiempo para recrearnos en los mejores valores del ser humano. Además, podrían asistirnos en nuestro trabajo diario, la inteligencia artificial busca o analiza y el abogado decide y ejecuta lo que sea más acorde a la estrategia que plantea. Te pondré un ejemplo, en el año 2018 una Inteligencia Artificial superó a 20 abogados en el análisis de contratos de confidencialidad (NDA)1. Los abogados dedicaron una media de 92 minutos a leer y analizar el contrato con un 85% de precisión. La Inteligencia artificial dedicó 26 segundos y tuvo un 94% de precisión. Los datos son asombrosos, no podemos negarlo. Sé que alguno podría preguntarse ¿entonces qué pasará conmigo? muy sencillo, que no cunda el pánico, al contrario, deberíamos verlo como 1 https://technative.io/how-legal-ai-became-moreaccurate-than-lawyers/ la oportunidad de ahorrarnos 91 minutos y 34 segundos de nuestra vida para explicarle a un cliente su contrato. Veamos otro ejemplo, hace años era muy usual escuchar sobre Ross “el abogado robot”2; Ross, en realidad, es un buscador de jurisprudencia y documentación muy avanzado, pero la búsqueda de parámetros la tiene que seguir introduciendo el abogado. Con esto quiero decir lo siguiente: hay veces que escucharemos titulares increíbles sobre inteligencias artificiales, pero si vemos lo que hay, se rompe el truco de magia y ya no es tan increíble. La mayoría de las veces se trata de un elemento de nuestro trabajo realizado mucho más rápido y que nos ayuda a ser más eficientes. No dejaríamos hacer a la máquina lo que quisiera, porque la máquina no analiza ni interpreta, solo te muestra los resultados de su entrenamiento a velocidad de vértigo. Siguiendo los dos ejemplos que te he puesto ¿qué interpretación o consejo le dará la inteligencia artificial que tuvo un 95%de acierto a un cliente? El cliente verá un 95% de acierto y aun podría preguntar ¿entonces esto es que está bien? Imagina qué cara se le quedará a un cliente cuando Ross le muestre los 100 mejores resultados para jurisprudencia en una lista. A estas alturas puedo decir, sí, las inteligencias artificiales podrían cambiar la profesión, pero no para sustituirnos. La decisión última siempre estará en nuestras manos. 2 https://www.univision.com/explora/conoce-a-ross-elprimer-abogado-robot-que-defiende-a-sus-clientesutilizando-inteligencia-artificial

RkJQdWJsaXNoZXIy NTQ2OTk=