COMUNICAV 36_37 EL CASCO ANTIGUO Sin lugar a duda, el casco histórico es un paseo imprescindible y apto para toda la familia. Emplazado en lo alto de la colina y muy bien conservado, perderse por sus calles empedradas, sus fachadas blancas adornadas con geranios y jazmines, y salir al encuentro de escalinatas y miradores recompensará el esfuerzo de la subida. Puedes comenzar el recorrido por la calle Costera del Mestre de la Música y subir su escalinata, donde te saldrán al encuentro escaleras que se cruzan en diagonal, aljibes y miradores. Luego, continúa por la calle del Portall Vell y cruza por el Portall, una de las puertas de las antiguas murallas. Coge la Calle Mayor, cuyo decorativo empedrado te conducirá a la Plaza de la Iglesia, donde vale la pena apreciar la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo. Atravesando la plaza, encontrarás el Mirador de los Cronistas, también conocido como Mirador de la Iglesia o de la Muralla. El mirador está situado en el punto más alto del casco antiguo y su maravillosa vista panorámica de la bahía merece que te detengas un buen momento. Después de haber tomado un respiro, no te puedes perder la calle San Miguel, con sus atractivas tiendas y desde donde apreciarás una característica vista de la iglesia. Si ya has decidido terminar el recorrido, puedes descender por esta calle, pero si aún te quedan ganas de continuar, coge la calle Santa Bárbara, y no dejes de detenerte en el Mirador Blanco, que pertenece al núcleo renacentista del caso histórico y también en la Casa Cervantes, construida en el siglo xx y perteneciente a Francisco Martínez, estudioso de la obra cervantina. EL PASEO MARÍTIMO Tanto de día como de noche, con el perfil de Altea como marco, el Paseo Marítimo ofrece la posibilidad de una larga caminata al borde del mar a través de un recorrido bordeado, por un lado, por cafés y restaurantes, y, por el otro, por enormes playas de guijarros, palmeras y aguas de un azul profundo. Muy bien cuidado y organizado, el paseo cuenta con un sector de bicisenda, para la tranquilidad de los caminantes, que podrán gozar de increíbles vistas del Mediterráneo. El epicentro del paseo marítimo de Altea es el Mirador del Paseo Marítimo, donde el visitante podrá hacer un alto y apreciar una vista de 180 grados de la bahía de Altea, con el peñón de Ifac a la izquierda y el parque natural de la Serra Gelada a la derecha. Junto al mirador, se encuentra la playa de Roda, una de sus más renombradas playas urbanas. Con una longitud de 1400 metros, es uno de los tramos de playa más largos de Altea y su ubicación, muy próxima del centro de la ciudad, hace que sea fácilmente accesible. Es una de las playas más atractivas para los deportistas, ya que el agua se vuelve rápidamente más profunda, lo que favorece la práctica de deportes acuáticos. Si desde aquí, sigues rumbo hacia el noreste, desde la oficina de turismo, te encontrarás con la playa de L’Espigó y, al otro lado de la desembocadura del río Algar, con la pequeña playa de Cap Negret. A 3 km del centro de la ciudad, podrás visitar la playa de L’Olla, una pequeña cala, a la que también se puede acceder en transporte.
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