COMUNICAV | Tercera etapa Nº20 segundo cuatrimestre 2022

COMUNICAV 32_33 UNA FISCAL CON VOCACIÓN DE PERIODISTA Entre bocado y bocado, hablamos de la quínoa, de la gestión del tiempo y de las tareas de hogar, pues así somos las mujeres, capaces de mantener varios hilos de conversación simultáneos. Y también comentamos que una de las razones de que los juristas se construyan una coraza es tal vez que son profesionales sujetos a ciertas restricciones y presiones. Y, como en toda charla nutrida, se generan preguntas que van al por qué, al fundamento. ¿Por qué ella sí puede comunicar de otra manera? ¿Por qué ella sí puede esquivar la presión? Seguramente no hay un solo motivo. En principio, una actitud: a Susana le resulta un desafío divertido eludir las restricciones, un poco como en otros tiempos se hacía frente a la censura, buscar la manera de decir sin decir, de aludir. Además, siempre fue muy buena estudiante, le apasionaba escribir y se sentía inclinada por los temas sociales, de modo que, cuando llegó el momento de decidir qué iba a estudiar, pensó que quería ser periodista, aunque no supiera muy bien qué significaba. Como en ese momento en la Universidad de Valencia no se impartía esta carrera, se decidió por Abogacía. No le atraía lidiar con clientes, situación que había vivido muy de cerca, porque su padre era abogado. Y, desde siempre, le atrajo la figura del fiscal. Su padre, una presencia cálida que jalona la charla, decía con humor que ella quería ser fiscal porque un fiscal puede hablar todo lo que quiera, en cambio, un juez debe permanecer en silencio. Finalmente, el hecho de haberse desempeñado como portavoz de la Fiscalía durante once años y lo que aprendió durante este período también han colaborado con su facilidad y su gusto por comunicar. Y toca el momento de ponerse serias y hablar de un tema difícil y preocupante: la violencia de género. Si bien en los últimos años se ha avanzado mucho, actualmente, cada vez es más grande el divorcio entre los políticos y los juristas, afirma Susana con convicción y preocupación. Ciertos personajes del ámbito político suelen convertir la búsqueda de una solución frente a la violencia de género en un instrumento que les proporcione rédito político. Por otra parte, como sucede con la exposición mediática de todos los temas que nos enfrentan al sinsentido y a la vergüenza social, provocan hartazgo y, frente a esta situación, no existe una solución fácil, porque sabemos que no se puede cerrar los ojos. Y este tema se cierra con una historia que vale cada palabra. Una vez nuestra fiscal se encontraba en un supermercado. De repente y para su sorpresa, se le acerca una chica y le dice: “¿Te puedo dar un abrazo? Tú no me conoces, pero yo te conozco. Soy víctima de violencia de género y, cuando estoy en el juzgado y entras tú, sé que todo va a ir bien”. “La violencia de género no se puede convertir en un rédito político” SUSANA GISBERT Fiscal, escritora, influencer

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