COMUNICAV 30_31 lidades auténticamente italianas. Una vez sentadas, le lanzamos la primera pregunta, que nos ronda desde hace tiempo, cómo se hace para enfrentar día a día el sinsentido de la violencia. CREATIVIDAD Y RESILIENCIA La mejor respuesta es sencilla. Susana es una persona optimista, tenaz, creativa y polifacética, que, como si fuera lo más normal del mundo que una fiscal tenga presencia en las redes, nos cuenta cómo empezó en Twitter. Tocaba —nos dice— bregar todos los días con la violencia cotidiana. Y, con una sonrisa, nos comenta que, en 2012, su hija, que ahora tienen 25 años, le hizo una cuenta de Twitter “para tener un seguidor más” y aún conserva la foto y la entradilla que escribió la niña: “Madre de 2 hijas, fiscal, escribo siempre que puedo, viva la danza, fallera desde siempre”. Entonces, la idea germinó: la red social podía servir para enviar todos los días, con el hashstag #CifraDeLaVergüenza, un mensaje de esperanza y visibilizar esa cifra que, como ella misma la ha definido, “contabiliza las víctimas de esa terrible pandemia llamada violencia de género”. Así fue generando una red, actualmente con 23.459 seguidores, que colaboran, por ejemplo, mandándole imágenes para compartir. “Soy muy metódica, yo todos los días cuando me levanto, si no lo tengo en borrador, hago un tuit contra la violencia de género, rescato un post del blog y, luego, pongo otro tuit de un tema que me interese”. Interrumpimos unos momentos la charla para hacer el pedido. Pero queremos seguir escuchando. Susana tiene una voz suave que inspira calma, una calma sólida y tranquila, una voz convincente, queremos que nos cuente cómo decidió empezar con el blog. EL BLOG El blog, que ha recibido el premio al mejor blog personal en la XV edición de los Premios 20blogs, no está destinado a juristas, sino al público en general, porque Susana tiene la convicción de que el mundo jurídico debe salir del acartonamiento y llegar a la gente. Todos los artículos presentan la misma estructura, como si fuera una escena de una obra de teatro, van apareciendo los personajes. Lo curioso es que esta idea se le ocurrió en un juicio de jurado durante una alegación y pensó que era una muy buena manera de explicar a partir de la comparación con el teatro: “El jurado era el público; nosotros, los actores secundarios; la víctima, el actor principal”. Por supuesto este tema nos lleva a reflexionar sobre la comunicación y el lenguaje jurídico que —acordamos— es uno de los grandes obstáculos entre los juristas y la gente de a pie: “Si la justicia emana del pueblo, no tiene sentido que una persona necesite un profesional para le “traduzca” una sentencia”. Pero, además Susana, está convencida que hay que comunicar por fuera de los escritos jurídicos y contar las cosas de otra manera. Por eso el blog, por eso sus artículos de opinión, por eso su presencia en las redes. Pues así es Susana. “No somos dioses. Tenemos que comportarnos con naturalidad y es necesario traducir el conocimiento a palabras que pueda entender todo el mundo.” Por Eva Altaver y Daniela Rovatti. Fotografías de Agustín Rovatti
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