COMUNICAV | Tercera etapa Nº17 segundo cuatrimestre 2021

COMUN ICAV 30_31 Por Eva Altaver. Fotografías de Agustín Rovatti Eso sí, afirma que sus amistades “más fáciles” están entre gente también deportista, ya que “te entienden mejor porque saben lo que es el mundo del deporte y lo que significa decir que no a planes de salida porque hay que entrenar”. Justo la mañana de la entrevista acaba de volver del Campeonato Internacional de Portugal fe- menino al que ha ido con la selección española, siguiendo un horario, casi espartano. Se levanta unas dos horas antes del torneo, sobre las 5:45 horas, para calentar, luego desayunar, entrenar, estirar para recuperar y acabar el día haciendo deberes. Porque también los estudios están ahí y cuestan, pero “cuando me voy de torneo sí que me da un poco más de pereza ponerme a estudiar y hacer los deberes, pero si es lo que toca, pues me pongo y lo hago”. CATEGORÍAS Y TORNEOS Jugó su primer campeonato de España con ocho años y ya en 2015 ganó como subcampeona de España de benjamín, repitiendo en las catego- rías correspondientes en 2018 y 2019. En 2017 fue campeona de España por equipos, junto a sus compañeras, todas de Castellón. Una trayectoria a la que le ha puesto la guinda este año, llegando a ser campeona de España cadete, Sub 16. EL DEPORTE DE LA FAMILIA Podemos decir que Rocío se crió entre palos y bo- las de golf. Resulta que es el deporte de la familia y muchos días de su vida cuando era muy niña, los pasó jugando torneos de padres e hijos o practi- cando con su hermana. Imposible no hablar de Carla, la hermana mayor de Rocío, para poder entender su amor por este deporte. Carla se encuentra actualmente entre las mejores 100 golfistas del mundo. No hace falta que la nombremos, Rocío lo hace cada dos por tres durante la comida. “Como mi hermana jugaba, yo también quería y con cuatro años para cinco, empecé. Mi obsesión era ir a la escuela de mayores, pero para ello debía tener ocho años”. La cuestión es que Rocío no paró de intentarlo hasta que por fin la dejaron entrar. Para Rocío el golf empezó como una adicción. “Tiraba bolas y bolas y no quería parar jamás, era muy adictivo”, asegura. Y nos cuenta que, aunque parezca que no, por la presión que puede suponer estar compitiendo en un torneo, consigue sentir- se cómoda y disfrutar del juego. Además, “para mi es un sitio perfecto en el que relacionarme con más gente”. COMPAGINAR GOLF, AMIGOS Y ESTUDIOS No es difícil imaginar que, para una chica con catorce años, entre sus prioridades estén los amigos y el tiempo que compartir con ellos en salidas y todo lo que “toca” a esta edad. Com- paginar el ocio con las obligaciones de un de- porte a estos niveles y los estudios, no parece tarea fácil. Sin embargo, Rocío no se amedrenta “cuando estoy aquí intento aprovechar el tiempo lo máximo posible, tanto en los entrenamientos como en los estudios para luego poder quedar con mis amigos”. “No sé si me pasaré a profesional cuando acabe la carrera. Quiero ir más sobre la marcha y ver lo que me depara el futuro”

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