COMUNICAV | Tercera etapa Nº15 tercer cuatrimestre 2020

COMUN ICAV 30_31 COMIENDO CON Ana Lluch ha estado toda su trayectoria pro- fesional -casi 40 años, que se dice pronto-, vinculada al Hospital Clínico de Valencia y a su Facultad de Medicina. Realizó su residen- cia en la especialidad de oncología y obtu- vo el doctorado en el año 1985, con Premio Extraordinario. Después de más de 20 años como profesora titular de Medicina, se tituló como catedrática de la Universitat de Valèn- cia. Defensora a ultranza de la sanidad públi- ca, Lluch es una de las mejores especialistas en cáncer de mama y ha ayudado a cientos de mujeres a superar esta terrible enferme- dad. Ahora, ya jubilada, sigue pasando con- sulta después de haber pedido una dispensa a Sanidad. Quedamos en el Hotel Neptuno, en la playa de la Malvarrosa de Valencia, para desayunar -no tiene tiempo para comer-, pese a que aquí tienen una cocina estupenda gracias a su chef, que nos atiende directamente. Pero los tiempos de la doctora son los que son, na- die diría que está jubilada. Aprovechamos las vistas y el ambiente de este hotel, lugar per- fecto para conversar un rato. Tocamos aspec- tos que van mucho más allá de lo sanitario, lo social, lo político o lo económico. Intentamos mostrar una pincelada de la vida a través de los ojos de la Doctora Lluch. Una vida, si me permiten, colorida, cálida, fundamentada en unos valores que a veces, demasiadas veces, cuesta encontrar. LA PANDEMIA BAJO LA MIRADA DE ANA LLUCH Después de haber vivido la pandemia desde el punto de vista, también, de una profe- sional sanitaria, la Doctora Lluch, nos habla de lo que más le preocupa. “Evidentemen- te, lo que más me preocupa son los pacien- tes infectados, pero también debemos ser conscientes de que las personas que se en- cuentran en un determinado grupo social, las personas más vulnerables, las que no te- nían trabajo, ni recursos a todos los niveles, no solo el económico, las que ya lo pasaban mal; ahora van a salir muy perjudicadas. Las verdaderas víctimas del coronavirus van a ser sociales”. Admite que las medidas sociales que se han tomado para paliar el efecto de la crisis, -los ERTE, el Ingreso Mínimo Vital, etc.-, están muy bien, “pero tienen fecha de caducidad. Deberíamos estar más atentos a las necesidades sociales de las personas”, subraya. Según Ana Lluch, el principio de la crisis sa- nitaria atisbó lo que pareció en ese momento un cambio de mentalidad en la sociedad, un cambio que nos iba a llevar a ser más soli- darios, sin embargo “ahora ya no veo esa preocupación por el otro, nos hemos vuelto a acomodar en nuestros lugares de confort propios. La gente con recursos, y entre ellos probablemente me encuentro yo, no somos los verdaderos perjudicados”. “HAN MUERTO MUCHAS PERSONAS EN LAS RESIDENCIAS POR SER EL LUGAR DE MAYOR CONCENTRACIÓN DE PACIENTES CON MORBILIDADES” La tragedia de la pandemia se cebó, sobre todo en un primer momento, con los mayores que vivían en las residencias. Eso ha provoca- do una critica por parte de la sociedad hacia estos centros, sobre todo al inicio del confi- namiento. La Doctora Lluch nos explica el por qué de la alta mortalidad en estos centros. “La cuestión es que, en las residencias tene- mos a los pacientes con los atributos para tener la COVID. Si están en estos centros es porque tienen comorbilidades -conjunto de procesos que un paciente mayor tiene por su edad- o deficiencias neurológicas”. Pero tam- bién admite que se tendría que haber estado mucho más alerta con esa población, haber actuado mucho antes, al ser población vul- nerable. Lluch afirma que habría que ser más cautos a la hora de atribuir las culpas. “NADIE SABE LO QUE PASARÁ” Y a partir de ahora, ¿qué? La sociedad ne- cesita recuperar la tan ansiada capacidad de previsión, librarse de la incertidumbre. Ana Lluch habla con la credibilidad que le da a cualquiera una mirada contextualiza- da en la historia de la humanidad. “Hemos tenido otros virus con mucho más potencial patógeno -con mayor capacidad de producir enfermedades-, pero la característica funda- mental de este es que es muy contagioso. La rapidez con que pasa de unos pacientes a otros”. “Nadie sabe lo que pasará, lo que sí esta claro es que la solución es la vacuna” Por Eva Altaver. Fotografías de Agustín Rovatti

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